Ando con Raja en lo que a mis equipos favoritos se refiere... Éstos últimos dos años mis tres equipos de fútbol favoritos han salido campeones: el primero y lejos el más memorable, ITALIA (Campeón del Mundo 2006).
El Colo x 4 y el Inter de Milán x 2 (y va por la tercera)...
Fui con mi cuñado (el Tío Juani) y quedamos ubicados en una notable posición a la sombra (desde que llegamos) y frente al medio campo; llegamos dos horas antes y nos mamamos un partido final de unos pendejos sub-16 en la que Palestino (con un hombre menos) le ganó al Colo 2x1, en aquel match vi la peor defensa de la historia (los tres huevones de atrás más el arquero del Colo eran pésimos).
Compartimos interesantes intercambios de opiniones con los presentes, discutimos de libros, filosofía y temas futbolísticos, elevando el nivel de conversación a parámetros técnicos muy profundos y específicos.* Expresamos nuestras más profundas sensibilidades cuando nos sentimos perjudicados y el señor con sobrepeso que estaba sentado justo atrás mío y que no cesó de gritar todo el partido en mi oído, se puede ir a la reconchadesumadre por hijo de puta, chancho culiao tocino de mierda!
¡¡Me tenía chato ese hueón!! hablaba puras huevás, tenía la voz pituda y gritaba muy, MUY fuerte...
Es el típico "hincha" chileno; gritaba puras huevadas obvias (por ejemplo: ¡¡SAQUE LA PELOOOTA!! (no huevón si los futbolistas profesionales no saben que si no sacan la pelota de su área les pueden hacer un gol... imbécil.), ¡¡HUEÓN MAAALO!! (no poh hueón, si fuera tan bueno no jugaría en Chile...), ¡¡SACA A ESE HUEÓN!! (y por qué no te vay tú sapo y la conchetumadre?!)); en fin, detestable exponente del arribismo chileno y yo un detestable "pelador".
Aplaudimos a cagar a Barticciotto, ídolo de por vida y Gran Cantante por lo demás... Mejor que Keko Yungue... (media hueá poh...)
Aunque no lo crean, me llevé una gratísima impresión del fútbol ayer. El estadio (está siendo arreglado) cuenta con asientos con respado en toda la tribuna Océano (entiéndase Pacífico), y en gran parte de la tribuna Cordillera (Idem, Andes). La huevá estaba llena, pero no costaba tanto transitar... No pasamos ningún susto y había re buena onda (excepto la mía con el Jamón Cocido que tenía en mis oídos). No voy a decir que no había Lumpen, pero se comportó de manera ejemplar; se nota el cambio dirigencial en el asunto y que ya no hay tantas "manos negras" en la huevá...
Un agrado
Puedo resumir en tres palabras (robadas a mi viejo amigo Julio César) mi vivencia de ayer:
Veni, Vidi, Vinci.