martes, 5 de febrero de 2008

Pocas palabras para hechos tan grandes

Pocas palabras para hechos tan grandes.

Aplicable fácilmente en la zona lumbar, pectoral y genital (contraindicado para la cara y frente).¿cómo explicar esta “pomada” sin tener que venderla?A buen entendedor, pocas palabras.

Quiero hacer aquí una pausa (paréntesis) y explicar un par de frases que no me gustan:

- ¡Está demasiado bueno! (ese demasiado es una típica palabra de jovenzuela (semi) peloláis que exclama, sin quererlo, que lo que está súper bueno DEBERÍA no serlo TANTO, como impidiéndole ser lo bueno que es. No voy a explicártelo de nuevo, relee si no entendiste, fardero (a) *.



"Hasta a mi socio le da lata todo el hueveo,
pero la diferencia es que el ya la hizo"
(a propósito, sé que vostezaste al ver la foto)


- “La intención es lo que vale”; ¿de adonde la viste?, es súper rico que alguien tenga un buen gesto hacia ti, pero si no hay un hecho concreto sólo queda en eso y la verdad tiene poco valor real (siendo generoso de mi parte…), PERO, si haces un gesto con Intención el asunto vale doble (como el gol de arquero en el taca-taca, sólo que en ese caso se premia la cueva más que la “intención” de hacer el gol).
En este punto me voy a extender un poco, ya que es importante hacer entender al mundo que si “quería hacerte algo rico para comer” pero te quedó un bollo fecal incomible, súper linda tu intención, pero sigo cagao de hambre y ahora no sólo hay caca bien intencionada de comida, sino que no están los alimentos que sirvieron de materia prima para esa ebullición de mal gusto perfumada por una linda “intención”… Sí, se “valora” el gesto, pero seamos sinceros, no VALE nada… (más encima ata de manos a la víctima que si se llega a quejar queda la casa de putas por “mal agradecido”, ¿de qué? Del lulo fétido que me serviste de comida… Carajo!) En cambio, una comida bien preparada y con la “buena intención” (puede ser con mucho cariño) vale el doble, es mucho más deliciosa (se siente diferente) y putas que se valora…

Volviendo al tema principal (que en realidad no lo es), les podría sugerir que al aplicarse dicho “ungüento” lo hicieran con una toalla caliente y húmeda, para aplacar los dolores que pudiera ocasionar la emisión de “fotogranitos”.




"Fotogranitos Termopringados"
(no sean ingenuos)


Sí, lo sé, todo es algo confuso, pero en la surrealidad podríamos quedarnos un buen rato dando vueltas azarosas por el risco y sus bordes.Si, lo sé, sigues sin entender de qué carajo estoy hablando, pero no te preocupes, en un momento más lo sabrás y será ahí cuando descubras que tu vida no había tenido sentido hasta ahora; sólo has estado siguiendo un palabra tras otra, armando una serie de frases poco coherentes que hacen referencia a algo que no sabemos qué es… pero bueno, ¿y no has hecho, acaso, toda tu vida lo mismo?
Comer, dormir, cagar, reirse, llorar, hablar, “conversar”, compartir, estudiar, dormir, comer, cagar, “trabajar” y vuelta a lo mismo… pero si te preguntara qué has hecho, ¿Qué me dirías aparte de lo que ya te dije?

¡He viajado!

¡Ah sí!, pero cualquiera con un poco de suerte o recursos puede trasladarse de un lugar a otro… la gracia es viajar hacia adentro, pero cuesta harto también… uno tiene que vencer el miedo (aún no sabemos bien a qué), a la vergüenza (idem) y a otras tantas cosas que parecen muy duras, pero que en realidad son invenciones egoicas cuyo único fin es el mantenernos “cómodos” en aquel estado de “pasantía” por esta vida, pasantía que no nos permite asumir un compromiso básico con nosotros mismos, y con nuestro deber básico para con nosotros y para con el mundo que nos “rodea” (puse esto entre comillas, para aquellos que alguna vez han visto lo que es el rodeo criollo, las conclusiones que puedan sacar de eso son de ustedes)

Aquí les dejo dos cuentos Sufíes del gran Mulá Nasrudín, siempre divertidos y con un trasfondo muy profundo que apaga lentamente nuestras sonrisas primarias en medio del vacío que nos quedamos mirando, mientras nos quedamos pensando sobre el cuento… (si nos viéramos las caras en esta situación, lo que veríamos sería la tipo "Tom Cruise poniendo cara de inteligente", o sea de Huevón).


El costo de aprender

Nasrudín decidió que podía beneficiarse aprendiendo algo nuevo y fue a visitar a un renombrado maestro de música:
- ¿Cuánto cobra usted para enseñarme a tocar la flauta? - preguntó Nasrudín.
- Tres piezas de plata el primer mes; después una pieza de plata por mes - contestó el maestro.
-¡Perfecto! - dijo Nasrudín; - comenzaré en el segundo mes.


Gratitud

Cierto día, mientras Nasrudin trabajaba en su granja, una espina penetró su pie. Increíblemente él dijo:
"¡Gracias Dios mío, gracias!" y prosiguió:
“¡Es una bendición que el día de hoy no estuviese con mis zapatos nuevos!"

*Entiendase como Pajero, macaquero, manyunguero, manuelista, onanista y/o auto-genito-cariñoso

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